¿Qué son los meningiomas malignos?

Un meningioma maligno es un tumor cerebral maligno que se produce con bastante poca frecuencia y sólo representa entre el 2 y el 3 por ciento de todos los meningiomas. Los meningiomas malignos se forman en las meninges del cerebro, y los hombres tienen más probabilidades de desarrollar esta enfermedad que las mujeres. Los tumores cerebrales malignos aumentan rápidamente de tamaño y pueden crecer hacia las estructuras cerebrales circundantes o hacia otro tejido a través de la diseminación de tumores hijos (metástasis). El pronóstico de un meningioma maligno es bastante desfavorable y siempre requiere radioterapia postoperatoria.

¿Cuál es la gravedad de un meningioma maligno?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) distingue tres grados tumorales, de los cuales los dos primeros describen un tumor cerebral benigno. Un meningioma maligno se manifiesta en el tercer grado tumoral, que es el más grave:

  • Grado III de la OMS: el meningioma anaplásico es la forma más rara de todos los meningiomas y sólo representa alrededor del 2% de todos los casos. Un meningioma anaplásico puede formar metástasis y, por tanto, diseminarse a otras estructuras orgánicas.

 
Los meningiomas del segundo grado de la OMS no sólo son difíciles de tratar en algunos casos, sino que incluso pueden volverse malignos. La cirugía puede ser más difícil que en el caso de los meningiomas de primer grado de la OMS.

¿Cómo se desarrolla un meningioma maligno?

Como ocurre con otros tipos de cáncer, un meningioma maligno se desarrolla cuando degenera un determinado tipo de célula. Aunque la causa exacta de esta mutación sigue sin estar clara para los expertos médicos, suponen, sobre todo en el caso del desarrollo de un meningioma maligno, que los niños que han recibido radioterapia debido a un cáncer, pero también los supervivientes de bombas atómicas, tienen un mayor riesgo de desarrollar un tumor cerebral maligno (un meningioma anaplásico).

¿Cuáles son los síntomas de un meningioma maligno?

Debido a su rápido crecimiento, un meningioma maligno puede provocar convulsiones. Sin embargo, los tumores especialmente grandes también pueden causar los siguientes trastornos neurológicos

  • Trastornos del habla,
  • Parálisis,
  • Trastornos visuales,
  • Deterioro del sentido del olfato,
  • en algunos casos, pueden producirse incluso cambios de personalidad.

 
Dependiendo de dónde se produzca el meningioma, también puede afectar al drenaje del líquido cefalorraquídeo. Esto puede provocar una afección llamada hidrocefalia. Los dolores de cabeza también son un efecto secundario frecuente del meningioma, pero rara vez están causados directamente por el tumor.

¿Cómo se diagnostica un meningioma?

Dado que un meningioma maligno suele causar ya síntomas, el diagnóstico en esta fase no suele ser un hallazgo casual. El paciente acude al médico a causa de los síntomas, tras lo cual se realiza una tomografía por resonancia magnética (TRM) o una tomografía computarizada (TC). Puede utilizarse un medio de contraste para hacer visibles las anomalías. Tanto la resonancia magnética como el TAC pueden mostrar la posición y el tamaño exactos del tumor. Un examen radiográfico adicional de los vasos sanguíneos de la cabeza (angiografía) también puede determinar qué vasos están conectados al tumor, o si determinados vasos han sido desplazados por el tumor y, por tanto, restringen el flujo sanguíneo.

¿Cómo se trata un meningioma maligno?

Los meningiomas malignos suelen crecer continuamente y comprimir el cerebro debido a su tamaño. Por eso suelen causar síntomas y deben tratarse urgentemente. La extirpación quirúrgica del tumor es el tratamiento estándar. Sin embargo, como esto no siempre es posible debido a la localización y el tamaño del tumor, también puede considerarse la terapia radioquirúrgica. Por tanto, el tratamiento respectivo depende de la localización del tumor, pero también de su tamaño y velocidad de crecimiento. También hay muchos otros factores, como el estado general de salud del paciente.

En una operación, se reduce el tamaño del meningioma desde dentro. De este modo, se alivian las fronteras con el tejido vecino. Quirúrgicamente, se extirpan las meninges tumorales y se sustituyen. El proceso de sustitución de las meninges puede variar en intensidad de un paciente a otro. Depende de si el tumor tiene un borde liso o ya se ha infiltrado en la superficie cerebral. La intervención resulta especialmente difícil si el tumor ya está irrigado de sangre por vasos cerebrales normales. Gracias a los últimos procedimientos técnicos, como la realidad aumentada, la llamada neuronavegación o la neuromonitorización intraoperatoria, es posible que el neurocirujano mire dentro del tejido con la máxima precisión y realice la intervención con las mayores precauciones de seguridad.

Todos los meningiomas son sensibles a la radiación. Por lo tanto, en el caso de un meningioma que no pueda operarse, suele realizarse radioterapia. Sin embargo, para la radioterapia el tumor no debe haber superado un determinado tamaño. Si ni la cirugía ni la radioterapia son una opción, la llamada terapia con radionúclidos es una alternativa. Se utiliza principalmente en casos difíciles con progresión progresiva de la enfermedad. En la terapia con radionúclidos, el tumor se ataca con fármacos radiactivos. Aquí se suele utilizar el llamado radiofármaco. Se trata de una sustancia radiactiva que se une a receptores especiales (receptores de somatostatina) en la superficie del tumor, donde tiene un efecto local de radiación y destruye las células tumorales.

En general, puede afirmarse respecto al tratamiento de un meningioma maligno que la extirpación completa del tumor es casi imposible a partir del segundo grado de la OMS. Según dónde se localice el meningioma, puede afectar a estructuras importantes. Así ocurre, por ejemplo, si el meningioma se localiza cerca de la hipófisis o del tronco encefálico. Aquí no sólo se encuentra la aorta, encargada de suministrar sangre al cerebro, sino también la hipófisis y la glándula pituitaria.

¿Cuál es el pronóstico de un meningioma maligno?

Las posibilidades de curación completa de un meningioma maligno de tercer grado de gravedad son bastante desfavorables. Esto se debe principalmente a que el tumor cerebral puede hacer metástasis.