¿Qué es el cáncer de glándula salival?

El cáncer de glándula salival es una enfermedad tumoral maligna muy poco frecuente que afecta a la zona del páncreas. Es especialmente frecuente en la glándula parótida (carcinoma parotídeo). El cáncer de glándulas salivares puede afectar a cualquier categoría de edad, pero afecta con más frecuencia que la media a pacientes de entre 50 y 70 años. Los niños se ven afectados con bastante menos frecuencia. El cáncer de glándulas salivares tiende a volver a formarse o a hacer metástasis tras un tratamiento satisfactorio.

¿Cuáles son los distintos tipos de cáncer de glándulas salivares?

Hay distintos tipos de glándulas salivares, como la glándula cefálica mayor, la glándula submaxilar o la glándula parótida. Cada una de ellas está formada por muchos tipos distintos de células, que en principio pueden convertirse en un tumor. Los médicos distinguen entre los distintos tipos de cáncer de glándulas salivares según el tipo de célula respectivo. Los cánceres de glándulas salivares se dan con especial frecuencia en la glándula parótida y crecen con relativa rapidez. Pueden infiltrarse en el tejido circundante e incluso hacer metástasis en los ganglios linfáticos vecinos o en los pulmones. Algunos ejemplos son

  • carcinoma adenoquístico (ACC): es una forma agresiva de tumor que se forma a lo largo de los nervios faciales, llamado nervio facial. Forma metástasis al principio, normalmente a los pulmones o los huesos, y en algunos casos vuelve a formarse tras un tratamiento exitoso (recidiva).
  • carcinoma mucoepidermoide (MEC): es la forma más frecuente de carcinoma de glándulas salivares y suele desarrollarse en las glándulas parótidas, pero también puede aparecer con menor frecuencia en las glándulas salivares menores de la boca o en la glándula sublingual. Las personas de unos 50 años tienen más probabilidades que la media de desarrollar MEK, y las mujeres se ven afectadas con más frecuencia que los hombres. Si se desarrolla en niños o adolescentes, tiene un curso menos agresivo que en los adultos. Lo característico de un MEK es su demarcación apenas perceptible del tejido vecino y su tendencia a crecer en el tejido circundante.
  • carcinoma de células acinares: es un tumor maligno que se desarrolla a partir de determinadas células glandulares, las llamadas células acinares, de la glándula salival. El carcinoma de células acinares es más frecuente en pacientes jóvenes que en otras formas de cáncer de glándulas salivares. El carcinoma de células acinares es la segunda forma más frecuente de cáncer de glándula salival en niños.

¿Qué causa la formación del cáncer de glándulas salivares?

Como ocurre con otros tipos de cáncer, el cáncer de glándulas salivares se desarrolla cuando las células originalmente sanas cambian. Debido a este cambio, las células se multiplican repentinamente sin obstáculos y desplazan al tejido sano. Aún no se conoce la causa exacta de esta transformación. Sin embargo, los médicos suponen que en el desarrollo del cáncer de glándula salival interactúan varios factores. Sin embargo, se excluye una disposición genética.

Los pacientes que recibieron radioterapia en la zona de la cabeza y el cuello en la infancia tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de glándula salival. Pero fumar y el contacto con determinados virus, como el virus de Epstein-Barr o el virus del papiloma humano (VPH), así como las radiaciones ionizantes, también pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de glándulas salivales.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de glándulas salivares?

El cáncer de glándula salival se caracteriza por una inflamación creciente de la glándula salival, que al principio no causa dolor. A medida que la enfermedad avanza, pueden aumentar tanto la hinchazón como las molestias. Debido al tamaño del tumor, pueden aparecer los siguientes síntomas

  • Dificultad para tragar,
  • Dificultad para hablar
  • sequedad de boca,
  • Hormigueo y/o entumecimiento hasta parálisis facial unilateral (parestesia), si está afectado el nervio facial (Nervus facialis), que pasa por la glándula parótida.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de glándulas salivares?

Si se sospecha un cáncer de glándula salival, el paciente debe consultar a un otorrinolaringólogo. El médico hará la historia clínica del paciente en una consulta inicial y le preguntará por las molestias existentes. A continuación, examinará clínicamente al paciente, prestando especial atención a posibles cambios en la zona facial y la cavidad oral. Si hay hinchazones o nódulos palpables en las glándulas salivares o en la zona de los ganglios linfáticos cervicales, pueden ser los primeros signos de un posible tumor.

Para hacer un diagnóstico fiable se utilizan los métodos habituales de diagnóstico por imagen, como la ecografía (ultrasonidos) y la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). Estos procedimientos pueden determinar el estado del tumor, pero también aclarar la cuestión de si el tumor ya ha crecido en el tejido circundante y/o incluso puede haber formado metástasis. Además, un análisis de sangre también puede mostrar el estado general de salud del paciente. Sin embargo, no hay valores sanguíneos específicos que puedan indicar un cáncer de glándulas salivares.

¿Cómo se trata el cáncer de glándulas salivares?

Independientemente de que se trate de un tumor benigno o maligno de la glándula salival, la primera opción de tratamiento es siempre la extirpación quirúrgica completa. Esto se debe a que incluso los tumores benignos pueden volverse malignos con el tiempo. Durante la operación, la glándula salival se extirpa total (paroidectomía) o parcialmente (paroidectomía parcial). Si el tumor puede extirparse por completo, el tratamiento suele ser completo, al menos en la infancia y la adolescencia. Si, por el contrario, el tumor ya se ha extendido al tejido circundante, especialmente a los ganglios linfáticos vecinos, es necesario extirparlos también. Los médicos denominan "disección del cuello" a esta operación tan extensa. En algunos casos, también puede tener sentido someterse a radioterapia después de la operación.

¿Cuál es el pronóstico del cáncer de glándulas salivares?

El cáncer de glándulas salivares tiene buen pronóstico en la mayoría de los casos y puede curarse. Las posibilidades de curación dependen de varios factores. Por regla general, la tasa de supervivencia es muy alta, siempre que

  • el carcinoma de glándula salival esté bien delimitado del tejido adyacente y no haya crecido dentro del tejido,
  • el tumor crezca lentamente
  • el tumor esté localizado en la zona externa de la glándula parótida.