¿Qué es el cáncer ocular?

El cáncer ocular es un cáncer bastante raro que puede aparecer en todas las zonas del ojo.

Los bebés y los niños pequeños también pueden desarrollar cáncer ocular, siendo el retinoblastoma el tipo de tumor más frecuente en este grupo de edad.

En los adultos, en cambio, suele desarrollarse el llamado melanoma coroideo.

Mientras que algunos cánceres oculares tienen causas hereditarias, otros se desarrollan debido a influencias externas, como un exceso de luz solar.

El cáncer ocular debe tratarse en una fase temprana, lo que a menudo resulta difícil porque el cáncer es asintomático durante mucho tiempo y, por tanto, permanece mucho tiempo sin detectarse. Por tanto, se recomiendan exámenes preventivos regulares por parte de un oftalmólogo. El tratamiento y el pronóstico dependen de la localización del tumor, su tamaño y su tipo.

¿Cuáles son los distintos tipos de cáncer ocular?

Los tres tipos más frecuentes de cáncer ocular son

  • Melanoma coroideo: también se denomina melanoma uveal y es uno de los tipos más frecuentes de cáncer ocular en adultos. El melanoma coroideo está causado por la proliferación incontrolada de células pigmentarias en la coroides.
  • retinoblastoma: afecta casi exclusivamente a niños menores de cinco años y se desarrolla en un ojo (retinoblastoma unilateral) o en ambos (retinoblastoma bilateral). Un retinoblastoma crece muy rápidamente y está causado por la división incontrolada de las células de la retina. El tumor crece primero en el cuerpo vítreo del ojo y luego se extiende por el nervio óptico hasta el cerebro. Aunque el retinoblastoma es una de las formas más frecuentes de cáncer ocular en niños en Alemania, sólo representa el 2% de todos los cánceres infantiles, por lo que es una forma de cáncer bastante rara.
  • Tumor de párpado: puede ser benigno o maligno. Un tumor benigno de párpado puede adoptar la forma de verrugas o depósitos grasos, mientras que un carcinoma basocelular es un tipo maligno y agresivo de cáncer ocular. Los tumores de párpado suelen estar causados por la radiación UV y, por término medio, suelen afectar a personas de piel muy clara.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer ocular?

En muchos casos, el cáncer ocular no provoca ningún síntoma durante mucho tiempo. Esto ocurre especialmente con el retinoblastoma. Sólo cuando el tumor aumenta de tamaño o afecta a otras partes del ojo pueden aparecer síntomas como visión reducida o ceguera. En el caso del retinoblastoma, suele ocurrir que la pupila se ilumina de color blanco cuando se expone a cierta luz, como el flash de una cámara (leucocoria). En el lenguaje común, esto también se llama "ojo de gato", lo que puede ser un indicio de que se está desarrollando un tumor detrás del cristalino.

Además, entrecerrar los ojos puede ser un signo de que se ha desarrollado un tumor en el centro de la retina. Pero también las inflamaciones oculares frecuentes pueden indicar un aumento de la presión intraocular. Además, un cambio en el color del iris, así como una disminución de la visión, pueden indicar un cáncer ocular. Es aconsejable que un oftalmólogo examine estos signos. Cuanto antes se diagnostique el cáncer ocular, mayores serán las posibilidades de curación.

¿Cómo se diagnostica el cáncer ocular?

El cáncer ocular se diagnostica mediante una oftalmoscopia. El ojo se examina con un oftalmoscopio iluminado y puede complementarse con una ecografía. Para el diagnóstico de cambios patológicos en la cuenca ocular y en el cráneo, también puede solicitarse una tomografía por resonancia magnética (TRM) o una tomografía computerizada. Si se determina que el cáncer ocular ya está en una fase avanzada, también pueden pedirse otros exámenes, como un examen del líquido cefalorraquídeo, de los huesos o la médula ósea, y una radiografía de tórax.

Si se trata de un retinoblastoma, que puede ser hereditario, también se examinará a los padres y hermanos. En este caso, una prueba genética puede proporcionar información sobre el riesgo hereditario.

¿Cómo se trata el cáncer ocular?

El tipo de tratamiento depende de la forma del cáncer ocular, así como de su tamaño y localización. Para la destrucción completa del tumor, el médico dispone de dos opciones de tratamiento:

  • 1. la extirpación quirúrgica del tumor junto con el ojo (enucleación),
  • 2. terapia de preservación del globo ocular, en la que se conserva el ojo y, por tanto, la visión, pero también se detiene el crecimiento del tumor maligno. Esto puede hacerse, por ejemplo, con radioterapia y/o quimioterapia.

 

Si el tumor es más pequeño y está situado en el polo posterior y aud la retina periférica, puede realizarse la llamada coagulación con láser. Consiste en dirigir un rayo láser sobre la pupila y destruir el tejido tumoral. El tratamiento se realiza bajo anestesia.

También es posible la congelación (criocoagulación) del tumor. Durante la congelación, el tumor se localiza con una sonda metálica y se congela. Como las células tumorales reaccionan sensiblemente al frío, se destruyen durante este procedimiento. Sin embargo, la congelación tiene el inconveniente de que se pierde gran parte de la retina sana. Además, los párpados y la conjuntiva pueden hincharse temporalmente.

Si hay un tumor de tamaño medio, puede tratarse con un aplicador bajo anestesia general. El médico retira primero la conjuntiva y luego sutura el aplicador en la esclerótica. Tras una determinada dosis de radiación, el aplicador se retira quirúrgicamente. La duración del tratamiento depende del tamaño del tumor. La ventaja del tratamiento es que la radiación se dirige al tumor y no afecta al tejido sano. Sin embargo, es posible que se produzca una opacidad del cristalino durante el procedimiento, o que se dañe la retina o el nervio óptico.

Como alternativa a la radioterapia, también puede realizarse la denominada radioterapia percutánea. En este caso, el ojo se mantiene en posición mediante lentes de contacto de vacío y se irradia. Este tipo de tratamiento suele limitarse a más de cinco semanas e implica cinco sesiones semanales. Si el tratamiento se aplica a niños especialmente pequeños, también puede realizarse bajo anestesia.