¿Qué es el cancrum oris?

El cancrum oris también se llama noma o estomatitis gangrenosa y se refiere a una infección mortal de la cavidad oral que afecta a la boca, la nariz y los labios. La enfermedad, que afecta sobre todo a niños de 1 a 16 años, destruye los tejidos blandos y los huesos de las estructuras paraorales y orales debido a una infección o a la falta de riego sanguíneo. La enfermedad empieza como una úlcera que aparece en la mucosa del borde alveolar de la boca y luego afecta rápidamente a otras zonas de la boca. También afecta a los dientes, la mejilla, la mandíbula y la lengua. El cancrum oris es especialmente frecuente en los niños del África subsahariana, con una incidencia aproximada de 1 a 7 casos por cada 1.000 personas.

¿Cómo se desarrolla el cancrum oris?

El cancrum oris se extiende por músculos y huesos. Puede afectar tanto al maxilar superior como al inferior y extenderse a la nariz y a los bordes del maxilar inferior. De ahí viene la palabra noma, que en griego significa "voun", es decir, devorar. Con ello se quiere subrayar la rápida propagación de la enfermedad.

¿Cuáles son las causas del cancrum oris?

Hasta ahora, los médicos desconocen las causas exactas del desarrollo del cancrum oris. Sin embargo, son sobre todo los niños desnutridos que viven en países tropicales subdesarrollados los que contraen la enfermedad. También llama la atención que estos niños a menudo ya han padecido enteritis, cáncer, paludismo, sarampión, herpes simple primario, escarlatina y/o tuberculosis. Esto lleva a suponer que el desarrollo del cancrum oris está causado en combinación por la desnutrición, un sistema inmunitario debilitado y una infección bacteriana.

Además, determinados tipos de bacterias están asociados al desarrollo del cancrum oris. Entre ellas están las bacterias Fusobacterium necrophorum y Prevotella intermedia. Si el cancrum oris aparece en recién nacidos, la bacteria Pseudomonas aeruginosa es la principal responsable.

¿Qué factores de riesgo favorecen el desarrollo del cancrum oris?

La desnutrición, especialmente la falta de calorías proteicas, puede provocar el cancrum oris. Además, se consideran un riesgo los siguientes factores

  • La pobreza; vivir en un país subdesarrollado,
  • condiciones higiénicas deficientes y, especialmente, higiene bucal inadecuada,
  • contacto frecuente con heces animales y/o humanas, por ejemplo, por convivir con animales
  • infección(es) vírica(s) y/o bacteriana(s),
  • Malnutrición y carencia de vitaminas, especialmente vitamina A y B,
  • agua potable contaminada,
  • sistema inmunitario debilitado, por ejemplo debido a inmunodeficiencia causada por infección por VIH, leucemia o linfoma
  • enfermedad infecciosa reciente, especialmente gingivitis ulcerativa necrotizante aguda, paludismo, sarampión y diarrea grave

 

El cancrum oris afecta predominantemente a niños de países pobres como África, Asia y Sudamérica. Por término medio, los niños tienen entre dos y seis años cuando aparece la enfermedad. La OMS calcula que cada año contraen cancrum oris 500.000 personas en todo el mundo, pero sólo se registran unos 140.000 casos nuevos.

¿Cuáles son los síntomas del cancrum oris?

Los síntomas típicos del cancrum oris son:

  • inflamación de las encías y/o de la mucosa de las mejillas,
  • ulceración, por ejemplo de las encías, que se extiende rápidamente y destruye los tejidos blandos orales y paraorales y los huesos, lo que a su vez puede provocar deformidad facial y pérdida de dientes,
  • Mal aliento y olor de la piel, y secreción abundante de saliva por la boca debido a la formación de edema,
  • decoloración grisácea de la cavidad bucal,

¿Cómo se diagnostica el cancrum oris?

Tras una entrevista detallada de anamnesis, primero se examina físicamente al paciente en busca de membranas mucosas inflamadas, así como úlceras en la cavidad oral y úlceras cutáneas. Posteriormente, pueden realizarse procedimientos de diagnóstico por imagen, como una radiografía, una resonancia magnética (RM) o una tomografía computarizada (TC) de la mandíbula, la cabeza y el cuello, para comprobar la gravedad de la enfermedad. Además, se realiza un análisis bacteriano mediante un frotis bucal para detectar la especie causante de la enfermedad. También se pide un análisis de sangre para comprobar la función del sistema inmunitario. En algunos casos de enfermedad, también puede realizarse una biopsia del tejido oral.

¿Cómo se trata el cancrum oris?

Si el cancrum oris no se trata adecuada y rápidamente, la enfermedad puede poner en peligro la vida. Además, pueden desarrollarse complicaciones graves, que pueden manifestarse, por ejemplo, de las siguientes formas

  • Deshidratación,
  • Envenenamiento de la sangre (sepsis),
  • Deformidad facial,
  • Malestar o dificultad para comer y beber
  • Problemas con el habla,
  • Depresión, que puede llevar al aislamiento social

 

El cancrum oris suele tratarse con antibióticos y una dieta adecuada. A algunos pacientes también se les puede recetar ácido ascórbico, hierro, ácido fólico y un complejo vitamínico B. Además, el médico se asegurará de que el paciente no se deshidrate y tomará las medidas adecuadas para mantener el equilibrio electrolítico. Estas formas adecuadas de terapia pueden detener la progresión de la enfermedad. Sin embargo, si ya se ha producido la deformidad facial, el hueso facial y la función de la boca y la mandíbula sólo pueden restaurarse mediante cirugía plástica. Como este procedimiento suele ser muy difícil, primero el paciente debe estar totalmente recuperado. También puede extirparse quirúrgicamente cualquier tejido dañado.

¿Cuál es el pronóstico del cancrum oris?

Aunque el curso de la enfermedad siempre difiere de un paciente a otro, la tasa de morbilidad y mortalidad es, no obstante, muy elevada. La OMS supone que entre el 70 y el 90% de todos los pacientes que padecen cancrum oris mueren.