¿Qué es un carcinoide?

Un carcinoide es un grupo de tumores que se han desarrollado a partir de células del sistema neuroendocrino difuso (SND). Este tumor, bastante raro, se desarrolla a partir de células productoras de hormonas, que a su vez suelen producir hormonas y sustancias mensajeras. Un carcinoide también suele denominarse tumor neuroendocrino (NET) y se manifiesta con enrojecimiento de la piel, diarrea y/o espasmo de las vías respiratorias (broncoespasmo).

Los carcinoides crecen lentamente y suelen tener un grado de malignidad bajo. Si el tumor tiene un diámetro inferior a un centímetro y no adopta un crecimiento vascular invasivo, se considera benigno. Sin embargo, un carcinoide también puede degenerar. En muchos casos, los carcinoides pasan desapercibidos durante mucho tiempo, pero son completamente curables si se diagnostican y tratan a tiempo.

¿Cuáles son los criterios de malignidad de un carcinoide?

En los carcinoides se distinguen los siguientes criterios de malignidad

  • crecimiento del tumor más allá de la fina capa de tejido conjuntivo situada debajo de la mucosa (submucosa),
  • crecimiento angioinvasivo,
  • Formación de metástasis,

¿Dónde se forma un carcinoide?

Los carcinoides se producen predominantemente en el tracto gastrointestinal, con la siguiente distribución porcentual

  • en el apéndice vermiforme (45%),
  • en la parte inferior del intestino delgado (íleon - 28%),
  • en el recto (16%)
  • en el duodeno (5%),
  • en el estómago (2%),
  • en los pulmones (1%).

 

Los carcinoides malignos (malignos) suelen formarse en la parte inferior del intestino delgado (íleon).

¿En qué formas se dividen los carcinoides?

Los médicos diferencian los carcinoides de la siguiente manera

  • tumores neuroendocrinos (benignos): suelen surgir de células productoras de hormonas,
  • carcinomas neuroendocrinos altamente diferenciados (poco malignos),
  • carcinomas neuroendocrinos desdiferenciados (altamente malignos)

¿Qué causa un carcinoide?

Las causas específicas de los carcinoides siguen siendo en gran medida desconocidas. Dado que los carcinoides sólo se producen en muy raras ocasiones, todavía no se han descubierto conexiones con influencias ambientales, factores hereditarios o virus. Incluso mediante los exámenes de detección precoz recomendados, todavía no es posible prevenir un carcinoide.

¿Qué síntomas provocan los carcinoides?

Por regla general, los carcinoides no provocan ningún síntoma. Sólo en un diez por ciento de los casos de la enfermedad pueden aparecer síntomas relacionados con la producción de hormonas. Entre ellos se incluyen

  • sofoco con enrojecimiento de la piel, que puede afectar a la zona facial, pero también al cuello y a la parte superior del cuerpo (rubor),
  • Diarrea,
  • Broncoconstricción o ataques de asma,
  • aumento de los latidos del corazón (taquicardia)

 
La mayoría de las veces, los síntomas se desencadenan por la ingesta de alimentos, el estrés tanto psicológico como físico y/o el consumo de alcohol.

¿Cómo se diagnostica el carcinoide?

Se puede detectar un nivel elevado de cromogranina A y serotonina mediante un análisis de orina. Si el nivel es superior a 15 mg en 24 horas, puede indicar un carcinoide. Además del examen de orina, también se utilizan procedimientos de diagnóstico por imagen para diagnosticar el tumor primario del carcinoide o las metástasis. Un examen ecográfico (ecografía), pero también la tomografía computarizada (TC) y la endoscopia son algunos de los procedimientos habituales en este caso.

¿Cómo se trata un carcinoide?

En la mayoría de los casos, el carcinoide y las metástasis individuales se extirpan quirúrgicamente. Si hay metástasis múltiples, también se administra quimioterapia tras la operación, aunque la regresión (parcial) del tumor sólo se produce en un tercio de los pacientes. En el caso de metástasis óseas, puede realizarse radioterapia. En cambio, en el caso de las metástasis hepáticas, se intenta destruir las metástasis cerrando artificialmente los vasos sanguíneos (embolización - TACE) o inhibir su crecimiento cortando su riego sanguíneo.

La llamada inmunoterapia también es adecuada para tratar los carcinoides. Su objetivo es estimular el sistema inmunitario para que dirija sus defensas contra el tejido tumoral. Los médicos suelen utilizar los llamados análogos de la somatostatina para la inmunoterapia. Se trata de sustancias activas que se asemejan a la hormona somatostatina del propio organismo y tienen la finalidad de reducir la secreción hormonal excesiva en las células del carcinoide. En muchos casos, esto puede aliviar los síntomas de la enfermedad.

¿Cuál es la evolución general de la enfermedad?

La evolución general de un carcinoide depende del tipo de tumor, su localización y su estadio de desarrollo. Por regla general, los carcinoides crecen con bastante lentitud, lo que a su vez repercute positivamente en las posibilidades de curación. Si se trata de un carcinoide del apéndice, a menudo se forman metástasis. Si el carcinoide del apéndice se extirpa completamente en una operación, el pronóstico suele ser bueno. Pero incluso con otros carcinoides, que ya pueden haber hecho metástasis, el curso de la enfermedad suele poder controlarse bien durante mucho tiempo con medicación.

Si un carcinoide permanece sin tratar, puede dar lugar a diversas complicaciones en el curso posterior de la enfermedad. Por ejemplo, pueden formarse metástasis en el cuerpo a través de los vasos linfáticos y sanguíneos. El hígado y los huesos corren especial riesgo. Pero también pueden producirse metástasis en la cuenca del ojo, en el músculo cardíaco y en la mama femenina. Si se trata de un carcinoide especialmente grande, o de grandes metástasis, el tejido circundante puede desplazarse, con consecuencias a veces incluso mortales.

¿Cuál es el pronóstico de un carcinoide?

El pronóstico depende de la evolución individual de la enfermedad, pero también de la fase de desarrollo en la que se hizo el diagnóstico. Si el carcinoide aún no ha hecho metástasis en el momento del diagnóstico, es posible que el paciente se cure completamente mediante cirugía. Si, por el contrario, el carcinoide ya ha hecho metástasis en otros órganos, existen diversas opciones de tratamiento que a menudo pueden retrasar la progresión de la enfermedad durante muchos años.