¿Qué es un epitelioma maligno?

Un epitelioma, también llamado quiste epitelial, es un tumor cutáneo maligno que se desarrolla a partir de la capa de tejido de la piel o la mucosa llamada epitelio. Los médicos distinguen distintos tipos de epitelioma, que se clasifican según las células epiteliales afectadas. Los niños en particular, pero también todos los demás grupos de edad, pueden padecer un epitelioma. En pacientes adultos, el epitelioma aparece con más frecuencia que la media entre los 55 y los 75 años, y los hombres tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad que las mujeres. El epitelioma es menos frecuente en personas de piel oscura.

¿Cuáles son los síntomas del epitelioma?

Los epiteliomas de la piel pueden manifestarse externamente a través de los siguientes síntomas

  • líneas reconocibles, sinuosas y enrojecidas en la piel (el llamado lunar cutáneo),
  • una lesión verrugosa recién formada o en crecimiento
  • una lesión endurecida o ulcerada
  • una hinchazón indolora,
  • una cicatriz crónica que empieza a sangrar o cambia de aspecto.

 
Si se trata de un tumor epitelial que ha afectado a los órganos, puede producirse hinchazón en el lugar afectado o aparecer síntomas relacionados con el sistema orgánico afectado.

¿Cómo se desarrolla un epitelioma maligno?

Un epitelioma se desarrolla debido a un crecimiento anormal del epitelio. El epitelio es la capa superior de células del tejido de la piel y las mucosas humanas. El epitelio recubre todas las superficies de los órganos y otras estructuras corporales, y puede dar lugar a la correspondiente formación de tumores si se degenera.

¿En qué formas se divide un epitelioma?

Los epiteliomas más frecuentes son los carcinomas basocelulares y los carcinomas escamosos. Se trata de dos tipos de cáncer de piel, siendo el carcinoma basocelular el tipo de cáncer de piel más frecuente entre los epiteliomas. Un carcinoma basocelular suele aparecer como una zona indolora y elevada de la piel, y puede adoptar un aspecto brillante o tener pequeños vasos sanguíneos que la atraviesan. En la mayoría de los casos, el carcinoma basocelular crece con bastante lentitud y puede causar daños tisulares a las células circundantes. La primera opción de tratamiento para el carcinoma basocelular es extirpar quirúrgicamente el tumor lo más completamente posible. En el caso de un carcinoma basocelular pequeño, esto suele ser posible con una simple escisión (intervención quirúrgica). En el caso de tumores más grandes, se realiza la llamada operación de Mohs. Se trata de un procedimiento dermatoquirúrgico especial.

El carcinoma de células escamosas, por otra parte, también se denomina carcinoma epidermoide y describe distintos tipos de cáncer, cada uno de los cuales comienza en las células escamosas. Las células escamosas se encuentran en la superficie de la piel. Sin embargo, también pueden revestir órganos huecos del cuerpo, las vías respiratorias o el tubo digestivo.

¿Qué puede causar un epitelioma?

Un epitelioma de la piel puede desencadenarse por las siguientes causas:

  • un traumatismo
  • una irritación crónica,
  • una infección por VPH (virus del papiloma humano),
  • una exposición prolongada al sol
  • contacto frecuente, posiblemente laboral, con alquitrán y/o determinados aceites,
  • Presencia de afecciones cutáneas benignas (las llamadas dermatosis precancerosas), como dermatitis, eczema, leucoplasia, lesiones de psoriasis, queratosis seborreica, lesiones cutáneas de LES, verrugas, nevus (malformación de la piel o las mucosas) o cuernos cutáneos

¿Cómo se diagnostica un epitelioma?

Tras un historial médico detallado, el médico examinará físicamente al paciente. Durante este examen, se comprueba principalmente si la piel presenta hinchazones, nódulos duros y cerosos con un borde nacarado y/o úlceras (las llamadas ulceraciones) o induraciones. Al diagnosticar un epitelioma, es importante distinguir esta enfermedad de otras similares que también afectan a la masa cutánea. Dado que no hay hallazgos de laboratorio específicos asociados a los epiteliomas, pueden delimitarse otras causas de lesiones cutáneas mediante pruebas. Entre ellas están, por ejemplo, las alergias, la sífilis o la tuberculosis cutánea (lupus vulgaris). Para hacer un diagnóstico definitivo, debe hacerse una biopsia de cualquier lesión cutánea sospechosa, además de una prueba (si se dispone de ella).

¿Cómo se trata un epitelioma?

Dado que el tratamiento de un epitelioma depende no sólo de la localización, el tamaño y el estadio del tumor, sino también de la edad y el estado general de salud del paciente, no existe un procedimiento de tratamiento estándar para esta enfermedad. Sin embargo, los siguientes métodos de tratamiento pertenecen a las medidas estándar para un epitelioma:

  • extirpación quirúrgica completa del tejido afectado, si es posible,
  • Radiación,
  • Electrocauterización, en la que se utiliza un dispositivo de electrocauterización (un pequeño hierro de cauterización con un fino bucle de alambre) para generar calor eléctrico con el fin de cortar o destruir el tejido afectado,
  • Terapia combinada consistente en cirugía más electrocauterización más radiación,
  • Terapia combinada de cirugía más radiación: suele utilizarse en tumores avanzados con metástasis o infiltraciones.

 
También puede solicitarse la criocirugía. En este caso, se intenta congelar específicamente las células tumorales o las alteraciones superficiales de la piel. La aplicación externa de medicamentos como la podofilina puede, al menos, aliviar los síntomas. Si se trata de un epitelioma basocelular recidivante, también puede realizarse una quimiocirugía. En ella se utilizan productos químicos agresivos para destruir el tejido afectado. El procedimiento de tratamiento también se conoce como procedimiento cosmético antienvejecimiento o exfoliación química. La quimiocirugía suele realizarse en la superficie de la piel, aunque generalmente también puede utilizarse internamente, por ejemplo para el tubo digestivo y/o el tejido cerebral.

¿Cuál es el pronóstico tras el diagnóstico de un epitelioma?

El pronóstico de un epitelioma depende totalmente del tipo de tumor, su localización, extensión y estado de desarrollo en el momento del diagnóstico. Sin embargo, la mayoría de los epiteliomas suelen ser muy fáciles de tratar, por lo que tienen un buen pronóstico y rara vez conducen a la muerte.