¿Qué es el fibrosarcoma?

El fibrosarcoma o sarcoma fibroblástico es un cáncer maligno que se origina en las células del tejido conjuntivo. En principio, no sólo los seres humanos, sino también los animales (sobre todo los mamíferos) pueden contraer esta forma de cáncer. Los gatos, en particular, suelen padecer fibrosarcoma, ya que es uno de los tumores cutáneos más frecuentes en ellos. Aunque el fibrosarcoma es menos frecuente en humanos que otros tipos de cáncer, puede desarrollarse a cualquier edad y puede ser congénito. Por ello, los médicos distinguen entre fibrosarcomas congénitos e infantiles, que pueden aparecer en niños de hasta 5 años, y una forma adulta de fibrosarcoma. Por término medio, los hombres mayores de 50 años tienen más probabilidades de desarrollar fibrosarcoma que las mujeres, aunque la forma adulta del fibrosarcoma sigue siendo bastante rara, en torno al 2%. En cambio, los niños tienen más probabilidades de desarrollar fibrosarcoma, con una media del diez por ciento.

¿Cómo se desarrolla un fibrosarcoma?

Un fibrosarcoma se caracteriza por sus fibroblastos inmaduros o células fusiformes anaplásicas. Los fibroblastos son las células que constituyen una parte importante del tejido conjuntivo y desempeñan un papel importante en la síntesis de sustancia intercelular. Por regla general, el fibrosarcoma suele formarse en las piernas, pero también puede desarrollarse en los brazos y la espalda. Como las células cancerosas también llegan a los órganos a través del torrente sanguíneo, los fibrosarcomas suelen formar metástasis en ellos.

¿Cuáles son las causas del fibrosarcoma?

Hasta ahora, los médicos no han podido identificar las causas claras que contribuyen al desarrollo del fibrosarcoma. Sin embargo, se sospecha que los siguientes factores pueden favorecer el desarrollo del fibrosarcoma:

  • contacto (frecuente) con amianto, dioxina y/o cloruro de polivinilo,
  • Radioterapia administrada por un cáncer anterior,
  • estilo de vida poco saludable, como consumo excesivo de tabaco y/o alcohol, dieta pobre y rica en grasas y/o escasa o nula actividad física.

¿Cómo se desarrolla el fibrosarcoma en los animales?

Al igual que en los humanos, el fibrosarcoma en los animales puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, se observa que el fibrosarcoma se desarrolla sobre todo en las zonas en las que se ha vacunado previamente. Esto se ve corroborado, entre otras cosas, por el hecho de que también se han detectado ciertos subtipos de la vacuna FeLV en el tejido de los fibrosarcomas.

¿Qué síntomas provoca un fibrosarcoma?

Los síntomas específicos causados por un fibrosarcoma dependen siempre totalmente de su localización. Sin embargo, normalmente un fibrosarcoma no causa ningún síntoma específico, sobre todo en las fases iniciales, lo que dificulta el diagnóstico precoz. Otro factor que complica las cosas es que, por desgracia, se suelen realizar diagnósticos y tratamientos erróneos. Todo esto hace que el fibrosarcoma se diagnostique normalmente tarde y que para entonces ya se haya extendido a metástasis.

Los pacientes con fibrosarcoma se quejan de nódulos (dolorosos) bajo la piel en una fase bastante avanzada. A menudo, estos nódulos pueden adquirir un color entre rojizo y parduzco y no se pueden mover. En algunos casos, también pueden aparecer úlceras e inflamación de los ganglios linfáticos. Muchos pacientes también se quejan de fatiga o agotamiento graves y/o palidez antinatural. Si el fibrosarcoma sigue creciendo sin detectarse ni tratarse, también puede provocar una pérdida de peso no deseada.

¿Cuándo se debe consultar a un médico?

Si hay hinchazones, bultos, crecimientos o cambios inusuales en la estructura del tejido, siempre debe aclararlos un médico. Sobre todo si estos cambios cutáneos inusuales aumentan en intensidad, extensión y/o tamaño. Si, además, aparecen dolores y el paciente se siente mal y/o incómodo en general, debe consultarse a un médico en cualquier caso.

¿Cómo se diagnostica el fibrosarcoma?

Si la inflamación aparece y crece rápidamente sin lesiones previas, puede haber una sospecha razonable de fibrosarcoma y, por tanto, debe aclararlo un médico. Para hacer un diagnóstico, el médico examinará primero el tumor utilizando los métodos habituales de diagnóstico por imagen, como la ecografía, el ordenador y/o la tomografía por resonancia magnética, y determinará si el tumor ya ha hecho metástasis. A diferencia de otros cánceres benignos, un tumor maligno suele estar bastante bien irrigado de sangre. Como los fibrosarcomas suelen metastatizar en los pulmones, el médico suele hacer también una radiografía de los pulmones tras confirmar el diagnóstico. Además, puede tomar una muestra de tejido y realizar una biopsia. Para ello, primero se extrae tejido del tumor con una aguja y se envía a un patólogo para que lo aclare.

¿Cómo se trata el fibrosarcoma?

El fibrosarcoma suele extirparse quirúrgicamente. Para evitar que el fibrosarcoma reaparezca, tras la operación se administra quimioterapia y/o radioterapia. Si, por el contrario, el fibrosarcoma ya se encuentra en un estadio avanzado y posiblemente ya se haya extendido a metástasis, ya no será posible extirpar quirúrgicamente todos los focos tumorales. En lugar de una terapia curativa, se prescribirá al paciente una medicación adecuada para aliviar el dolor.

¿Cuáles son las perspectivas de curación del fibrosarcoma?

Las posibilidades de recuperación completa del fibrosarcoma son bastante escasas, tanto en humanos como en animales. Esto suele deberse a que los fibrosarcomas se diagnostican bastante tarde. En cambio, si se detectan y tratan en una fase temprana, las posibilidades de recuperación mejoran en consecuencia.

Básicamente, se aplica lo siguiente: cuanto más se haya extendido ya un fibrosarcoma en el tejido conjuntivo, peor será el pronóstico de curación completa. Esto es aún más cierto si ya se han formado metástasis. En este caso, el tratamiento del paciente se centra en medidas para prolongar la vida y reducir el dolor existente.