El hidrógeno molecular tiene propiedades asombrosas en la lucha contra muchas enfermedades. Entre las propiedades más conocidas del hidrógeno molecular están las antiinflamatorias, antioxidantes, antiapoptóticas y antialérgicas.

La primera investigación que identificó el hidrógeno molecular como gas terapéutico se realizó en 2007. Tras identificarlo como gas medicinal, se realizaron muchas investigaciones para ver sus efectos en diversas enfermedades. Algunas de ellas son cánceres, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, enfermedades pulmonares y cardiovasculares y muchas más. En este artículo, vamos a ver cómo ayuda el gas hidrógeno en las enfermedades diabéticas.

¿Qué es la diabetes y cómo se desarrolla?

La diabetes es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo. Puede provocar muchas otras enfermedades, como las cardiovasculares. Casi todos los órganos del paciente pueden resultar dañados por niveles elevados de glucosa en sangre, como los ojos, los nervios, los riñones, el corazón y otros. En fases avanzadas, puede conducir a la muerte. La diabetes puede predisponer a las infecciones al debilitar la inmunidad. Esto puede provocar una mala cicatrización de las heridas, con la consiguiente pérdida de miembros.

¿Qué causa la diabetes?

Hay varios tipos de diabetes, pero dos son los más comunes: En la diabetes de tipo 1, hay una pérdida de las células beta pancreáticas que producen insulina. Esto se debe a que la insulina es la única hormona que reduce los niveles de azúcar en sangre. La pérdida de células beta provoca niveles incontrolables de azúcar en sangre. Estos pacientes necesitan una sustitución de insulina de por vida. Por otro lado, la diabetes de tipo 2 es el tipo más común de todos. Se cree que está causada por una combinación de factores genéticos y ambientales. En este tipo, la producción de insulina aumenta en las fases iniciales. Sin embargo, los tejidos periféricos del cuerpo que absorben la glucosa para el metabolismo no responden a la insulina. Esta resistencia se produce porque los receptores se vuelven insensibles a la insulina. Pueden tratarse con medicamentos orales, pero pueden necesitar insulina más adelante porque las células beta pueden perder su capacidad de producir insulina.

La diabetes está asociada a muchas otras enfermedades.

Cuando se asocia a hipertensión arterial, hipercolesterolemia, obesidad y niveles elevados de ácido úrico, puede denominarse síndrome metabólico. Cuando se dan todas estas anomalías, la persona tiene un alto riesgo de morir por enfermedad cardiovascular.

¿Cómo ayuda el hidrógeno molecular a los pacientes de diabetes?

El hidrógeno molecular es la molécula de gas más pequeña. Por tanto, puede difundirse fácilmente en el cuerpo y llegar a los orgánulos intracelulares para ejercer sus efectos. El hidrógeno, como ya se ha dicho, se ha utilizado en el tratamiento de muchas enfermedades y los científicos siguen descubriendo nuevas aplicaciones cada día. Veamos cuál es la base científica de estas afirmaciones.

Los científicos han descubierto que el hidrógeno puede proteger a las células beta del daño en la diabetes de tipo 1 y que puede actuar de forma similar a la insulina.

En un modelo de ratón, el hidrógeno fomentó la captación de glucosa en las células a través de la translocación de la proteína transportadora de glucosa Glut4 mediante la activación de quinasas específicas. El hidrógeno aumentó significativamente la expresión de Glut4 en la membrana del músculo esquelético y mejoró notablemente el control glucémico en ratones diabéticos de tipo 1 tras su administración crónica intraperitoneal y oral. Pero la administración oral prolongada de hidrógeno tuvo el menor efecto sobre los obesos. El estudio demuestra que el hidrógeno ejerce efectos metabólicos similares a los de la insulina y podría ser una alternativa terapéutica novedosa a la insulina en la diabetes mellitus de tipo 1, ya que puede administrarse por vía oral.

Se han realizado otras dos investigaciones asiáticas sobre el tratamiento de la diabetes con hidrógeno molecular.

En un estudio, los científicos utilizaron modelos de ratón que padecían diabetes de tipo 2 y obesidad. A estos ratones se les dio a beber agua rica en hidrógeno a voluntad todos los días. No cambiaron su dieta ni ninguna otra cosa. Al cabo de un tiempo, los científicos descubrieron que estos ratones tenían niveles de glucosa en sangre más bajos que antes y su función insulínica mejoró. El efecto sobre la hiperglucemia fue similar al de la restricción alimentaria. También se redujeron los niveles de triglicéridos. También se produjo una reducción significativa de su peso y contenido graso.

En los pacientes con síndrome metabólico, se produce hígado graso debido a la acumulación de ácidos grasos libres. El hidrógeno alivió significativamente el hígado graso.

Los científicos pasaron a investigar por qué ocurre esto a nivel molecular. Descubrieron que el hidrógeno aumenta la secreción de una hormona hepática llamada factor 21 de crecimiento de fibroblastos (FGF21) a nivel genético. Esta hormona es capaz de influir en la secreción de ácidos grasos y también en el consumo de glucosa (denominada gluconeogénesis). El hidrógeno también estimuló el metabolismo energético. El estudio sugiere los beneficios potenciales del hidrógeno para mejorar la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico.

Los mismos científicos ampliaron su estudio utilizando ratones alimentados con una dieta rica en grasas. A pesar de la dieta poco saludable, estos ratones tenían unos niveles de triglicéridos relativamente buenos y, por tanto, una vida más larga. Se descubrió que el gas hidrógeno puede estimular la vía PPARα, que regula la vía del metabolismo de los ácidos grasos.

Se realizó un breve ensayo clínico con 30 pacientes de diabetes tipo 2 que bebieron un litro de agua enriquecida con hidrógeno durante 8 semanas. Los pacientes que consumieron agua enriquecida con hidrógeno mostraron una reducción de la resistencia a la insulina y de los biomarcadores de estrés oxidativo, como las concentraciones séricas de LDL oxidado (5%, p < 0,05). El LDL es el principal factor de desarrollo de la aterosclerosis. Estos pacientes también mostraron mayores niveles de adiponectina (2%, p ❮ 0,1), una hormona que inhibe la sensación de hambre, y de superóxido dismutasa extracelular (2%, p ❮ 0,05), una enzima antioxidante endógena.

El hidrógeno molecular como tratamiento de las complicaciones diabéticas

El hidrógeno molecular también es útil para tratar las complicaciones de la diabetes. Existen principalmente 3 tipos de complicaciones que se producen en la diabetes: Retinopatía, que afecta a los ojos, Nefropatía, que afecta a los riñones, y Neuropatía, que afecta a los nervios.

La retinopatía diabética es una de las causas más frecuentes de ceguera. Se debe al aumento del estrés oxidativo, que causa toxicidad en las neuronas circundantes y provoca cambios en los vasos sanguíneos. Como el agua rica en hidrógeno tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, los científicos probaron a tratar con hidrógeno molecular a ratones que sufrían retinopatía diabética. Se les inyectó solución salina rica en hidrógeno durante un mes y se estudiaron sus cambios oculares. Los científicos descubrieron que en estos ratones se reducía el estrés oxidativo y aumentaba la actividad de las enzimas antioxidantes. Por tanto, el hidrógeno puede considerarse una opción terapéutica valiosa en el tratamiento de pacientes con retinopatía diabética.

En un estudio similar realizado con un modelo de rata, los investigadores observaron una disminución de la actividad de las caspasas, una reducción de la apoptosis retiniana y de la permeabilidad vascular. La salmuera de hidrógeno también fue capaz de atenuar significativamente el engrosamiento del parénquima retiniano resultante de la retinopatía diabética. También concluyeron que la solución salina de hidrógeno puede tener potencial en el tratamiento clínico de la retinopatía diabética.

La diabetes mellitus también puede provocar disfunción eréctil.

Esto puede deberse en parte al aumento del estrés oxidativo. El óxido nítrico desempeña un papel importante en el proceso fisiológico de la erección. Las enzimas que lo producen pueden verse alteradas por el estrés oxidativo.

En un estudio diseñado para investigar esto, se dividió a ratas diabéticas en 2 grupos y uno de ellos recibió solución salina rica en hidrógeno, mientras que el otro recibió solución salina normal durante 8 semanas. En el grupo con hidrógeno aumentaron los niveles de óxido nítrico debido a una mayor actividad de la óxido nítrico sintasa (la enzima sintetizadora). El resultado fue una mejora de la función eréctil de estos animales, evaluada mediante la medición de la presión intracavernosa (sistema venoso del pene) tras la electroestimulación del cuerpo cavernoso. La presión intracavernosa máxima aumentó significativamente tras el tratamiento con solución salina rica en hidrógeno en comparación con las ratas diabéticas no tratadas. Se concluyó que el hidrógeno también puede ser útil para la disfunción eréctil en pacientes diabéticos.

De todas estas investigaciones se desprende que el hidrógeno puede tener realmente futuro en el tratamiento de la diabetes.

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