¿Qué es el linfoma de Burkitt?

El linfoma de Burkitt lleva el nombre de su descubridor, el Dr. Denis Burkitt, médico tropical, y es uno de los tipos de tumor de crecimiento más rápido. En términos sencillos, el linfoma de Burkitt también puede describirse como cáncer de las glándulas linfáticas o de los ganglios linfáticos, y se asigna al grupo de los llamados linfomas no hodgkinianos. Sin embargo, el linfoma de Burkitt no afecta sólo a los ganglios linfáticos o a la glándula linfática, como sugiere erróneamente el término cáncer de glándula linfática o de ganglio linfático. Pueden verse afectadas las células del sistema linfático, así como órganos de la cavidad abdominal, como los riñones o los ovarios, pero también la zona de la mandíbula y el cuello. Los pacientes con VIH padecen linfoma de Burkitt con una frecuencia superior a la media. Pero el linfoma de Burkitt es también el cáncer maligno más frecuente en los niños de África (el llamado linfoma endémico).

¿Cómo se desarrolla el linfoma de Burkitt?

Los linfocitos B intervienen de forma significativa en el desarrollo del linfoma de Burkitt, por lo que el linfoma de Burkitt es estrictamente un linfoma de células B. Además de los linfocitos B, los linfocitos T también pertenecen al sistema de defensa del propio organismo y están presentes en las células madre de la médula ósea. Sin embargo, los médicos aún desconocen cómo se desarrolla exactamente el linfoma de Burkitt. Sin embargo, suponen que una infección vírica, especialmente el virus de Epstein-Barr, así como una lesión cromosómica, pueden favorecer el desarrollo del linfoma de Burkitt.

¿Cuáles son los distintos tipos de linfoma de Burkitt?

El linfoma de Burkitt se divide en los tres tipos siguientes, debido a las distintas causas posibles de su desarrollo:

  • linfoma de Burkitt endémico: La palabra endémico indica que este tipo de enfermedad se da predominantemente en una región geográfica concreta. Por ejemplo, el linfoma de Burkitt endémico se da principalmente en África Central y Oriental. El linfoma de Burkitt endémico es uno de los tipos más frecuentes de esta enfermedad y afecta predominantemente a niños y adolescentes de entre 2 y 20 años. Los niños padecen linfoma de Burkitt con más frecuencia que las niñas.
  • Linfoma de Burkitt asociado al VIH: Este tipo de linfoma de Burkitt se da principalmente en pacientes con VIH.
  • Linfoma de Burkittesporádico: Este tipo de linfoma de Burkitt es menos frecuente, pero se da en todo el mundo. Por término medio, los afectados son diez años mayores que los que padecen linfoma endémico.

¿Cuáles son los síntomas del linfoma de Burkitt?

El linfoma de Burkitt se reconoce por la hinchazón de la zona afectada. Esto es especialmente visible en la cabeza, por lo que muchos pacientes acuden al médico. Además, pueden aparecer síntomas bastante inespecíficos, como un descenso del rendimiento y falta de interés, así como una sensación general de enfermedad. Si el tumor está en la cavidad abdominal, puede crecer rápidamente hasta alcanzar un tamaño enorme. Si, por ejemplo, está afectado el bazo o el hígado, los pacientes pueden sufrir dolor abdominal, pero también náuseas y/o vómitos. Si se ve afectado el cerebro, pueden aparecer síntomas neurológicos como parálisis y alteraciones de la conciencia. Los pacientes también tienden a desarrollar hematomas con facilidad, ya que el desequilibrio de glóbulos blancos y rojos contribuye a los trastornos de la coagulación.

¿Cómo se diagnostica el linfoma de Burkitt?

Tras una entrevista de anamnesis, el médico inspecciona exhaustivamente todos los ganglios linfáticos palpables. Además, se realiza un examen neurológico para comprobar los nervios craneales. También desempeña un papel importante el examen del líquido cefalorraquídeo (LCR). Además de las ecografías, el médico puede utilizar la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) para visualizar la afectación de órganos internos. Si se encuentra un ganglio linfático sospechoso, se toma una muestra de tejido y se solicita una muestra de tejido citológica e histológica. Además, una punción de médula ósea puede proporcionar información sobre si la médula ósea está afectada por el tumor.

¿Cómo se trata el linfoma de Burkitt?

La primera prioridad en el linfoma de Burkitt debe ser un tratamiento rápido, ya que el tumor se extiende muy rápidamente, lo que reduce las posibilidades de curación. Por regla general, el linfoma de Burkitt se trata con quimioterapia, ya que todo el cuerpo suele estar ya afectado por la enfermedad en el momento del diagnóstico. La quimioterapia se utiliza para destruir las células cancerosas del cuerpo con fármacos inhibidores del crecimiento celular, como los citostáticos. La quimioterapia se administra en varios ciclos de tratamiento, que pueden durar varias semanas. La duración exacta depende de cómo responda el paciente al tratamiento y del efecto que tenga la terapia sobre el tumor. Hay periodos de recuperación más largos entre los ciclos de tratamiento.

La quimioterapia también puede administrarse en combinación con radioterapia. Los médicos llaman a esto radioquimioterapia, que puede utilizarse, por ejemplo, para reducir el tamaño del tumor en el abdomen antes de extirparlo quirúrgicamente.

¿Cuál es el pronóstico del linfoma de Burkitt?

Si el linfoma de Burkitt se diagnostica en una fase temprana, puede tratarse bien. Además, cuantos menos órganos se vean afectados por el linfoma de Burkitt, mayores serán las posibilidades de curación. Casi el 90% de los pacientes siguen vivos diez años después del tratamiento satisfactorio del linfoma de Burkitt. Sin embargo, a menudo el tumor vuelve a crecer (recidiva), por lo que es necesario repetir el tratamiento. Para detectar la recidiva del linfoma de Burkitt lo antes posible, los pacientes deben someterse a revisiones periódicas tras el éxito del tratamiento. Especialmente en niños, es decir, con linfoma de Burkitt endémico, el pronóstico es bueno.

Sin embargo, si el linfoma de Burkitt no se trata rápidamente o no se detecta durante mucho tiempo, puede producirse la muerte en un corto periodo de tiempo, que normalmente sólo se mide en meses. Si, por otra parte, el linfoma de Burkitt afecta a varios órganos, la tasa de supervivencia desciende a menos del 50%.