¿Qué es un meningioma?

Un meningioma (o meningioma) es un tumor que se origina en las meninges y suele ser benigno. Aunque el tumor no crece dentro del tejido cerebral, lo desplaza gradualmente. Como los meningiomas crecen con bastante lentitud, suelen poder extirparse fácilmente mediante cirugía. Los meningiomas son el tipo de tumor más frecuente del sistema nervioso central. La probabilidad de desarrollar un meningioma aumenta con la edad, y las mujeres tienen aproximadamente el doble de probabilidades de desarrollar un meningioma que los hombres.

¿Cómo se desarrolla un meningioma?

Un meningioma se desarrolla en las meninges o en la médula espinal. Si las meninges se degeneran, puede desarrollarse un meningioma. Los médicos aún no tienen claras las causas exactas de esta degeneración celular. Sin embargo, suponen que una predisposición genética, así como las radiaciones ionizantes, pueden contribuir a la formación de un meningioma. Un meningioma desplaza gradualmente el cerebro, pero no crece directamente en él.

¿Cuáles son los distintos tipos de meningioma?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) distingue entre los tres grados siguientes de meningioma:

  • Grado I: meningioma simple, no maligno (benigno), que es el más frecuente, con entre un 85 y un 74%, y se da tres veces más en mujeres que en hombres. Dado que el meningioma simple a menudo puede extirparse completamente mediante cirugía, su pronóstico es bueno.
  • Grado II: meningioma atípico, que se da entre el 23 y el 10% de todos los casos y afecta por término medio más a los hombres que a las mujeres. Como el meningioma atípico crece más y puede reaparecer incluso después de la cirugía (recidiva), este tipo de tumor debe controlarse con frecuencia.
  • Grado III: meningioma anaplásico o maligno (maligno), que se desarrolla entre el 4 y el 2% de todos los casos, pero se da con más frecuencia en hombres que en mujeres. El meningioma anaplásico puede diseminar metástasis y, por tanto, afectar también a otras estructuras orgánicas.

¿Qué síntomas provoca un meningioma?

Los síntomas específicos de un meningioma dependen tanto de la localización como del tamaño del tumor. Como los meningiomas suelen crecer con bastante lentitud, apenas causan síntomas durante cierto tiempo. Sólo cuando provocan síntomas porque presionan las estructuras circundantes pueden causar síntomas inespecíficos, como dolores de cabeza, mareos hasta la parálisis, convulsiones y/o pérdida del sentido del olfato. En estos casos, el meningioma debe tratarse urgentemente.

Además, los meningiomas pueden causar los siguientes síntomas inespecíficos:

  • Vómitos,
  • Alteraciones visuales, que pueden ir acompañadas de parálisis del músculo ocular,
  • Trastornos respiratorios, sensoriales y/o de la conciencia,
  • Aumento de la tensión arterial con descenso simultáneo de la frecuencia cardiaca,
  • Molestias al ir al baño.

¿Cómo se diagnostica un meningioma?

Como los meningiomas suelen crecer sin dar síntomas, suelen descubrirse por casualidad durante una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM). Si se sospecha un meningioma, el neurólogo también puede realizar una angiografía. Se trata de un examen radiológico que muestra qué vasos sanguíneos han sido desplazados o comprimidos por el tumor y qué vasos sanguíneos irrigan el tumor.

Alternativamente, una espectroscopia por resonancia magnética (ERM) o una medición del flujo sanguíneo cerebral pueden ayudar a determinar la localización exacta del tumor. Además, puede realizarse una biopsia para confirmar el diagnóstico de un meningioma concreto.

¿Cómo se trata un meningioma?

Ante todo, el neurólogo intentará extirpar quirúrgicamente el meningioma por completo, incluidas las meninges adyacentes y el hueso afectado por el tumor. Al mismo tiempo, el neurólogo debe asegurarse de que las estructuras circundantes se salvan en la medida de lo posible, por lo que la operación se planifica detalladamente antes de la intervención. Además de la localización exacta del tumor, también es importante encontrar un punto de acceso para extirpar quirúrgicamente el meningioma.

Dado que la extirpación completa del meningioma no siempre es posible, por ejemplo debido a la localización en estructuras vasculonerviosas delicadas, puede realizarse como alternativa un tratamiento radioterápico o radioquirúrgico. En general, un meningioma en la zona de la bóveda craneal lateral suele poder extirparse quirúrgicamente con más facilidad que un meningioma en la base del cráneo o en la línea media.

Si el tumor es pequeño y/o asintomático, puede ser posible controlarlo inicialmente a intervalos regulares mediante un TAC o una resonancia magnética.

Cuidados posteriores a un meningioma

En principio, tras un meningioma se recomienda un tratamiento de rehabilitación, que puede tener lugar en régimen ambulatorio o de hospitalización. Si se trata de un tumor benigno que puede extirparse quirúrgicamente, los médicos suelen ordenar rehabilitación neurológica. En cambio, tras la extirpación de un meningioma maligno, la rehabilitación oncológica es una opción adicional a la rehabilitación neurológica.

Mientras que la rehabilitación neurológica se centra en las deficiencias causadas por el tumor cerebral (como dificultades en la función motora, trastornos del habla o del equilibrio), la rehabilitación oncológica pretende fortalecer al paciente tanto física como psicológicamente. Alternativamente, la rehabilitación neurooncológica combina ambos enfoques.

¿Cuál es el pronóstico de un meningioma?

Un meningioma suele crecer muy lentamente, por lo que a menudo el tumor puede extirparse quirúrgicamente, incluidas las meninges y el hueso adyacentes. Esto es especialmente cierto en el caso de los meningiomas de primer grado. Esto significa que las posibilidades de supervivencia son relativamente buenas, ya que el riesgo de que el tumor reaparezca también es bastante bajo.

En el caso de los meningiomas de segundo grado (grado II), hay casos benignos libres de recidiva a largo plazo tras una intervención quirúrgica satisfactoria. Sin embargo, también puede haber cursos más desfavorables, que suelen presentar recidivas elevadas a pesar de múltiples tratamientos. Por ello, los científicos intentan identificar marcadores moleculares en los estudios, para evaluar mejor el pronóstico tras una operación y adaptar mejor los métodos de tratamiento al paciente.

Si se trata de un meningioma de tercer grado, sus perspectivas de curación completa son bastante bajas. Sin embargo, la tasa de supervivencia a 5 años tras el diagnóstico es del 90%.