¿Qué es un quiste del colédoco?

Un quiste del conducto biliar es una dilatación congénita del conducto biliar común o de los conductos biliares intrahepáticos. Mientras que el conducto biliar común transporta la bilis del hígado al intestino, los conductos biliares intrahepáticos se encuentran dentro del hígado. Los conductos biliares se encargan de transportar los jugos pancreáticos irritantes de vuelta al hígado. Un quiste biliar se desarrolla, por ejemplo, cuando hay una distancia demasiado grande entre el conducto biliar común y el conducto pancreático que va al intestino. Actualmente, relativamente pocas personas en Alemania padecen un quiste del conducto biliar, pero la tendencia va en aumento. Un quiste del conducto biliar también puede denominarse quiste coledociano.

¿Cuáles son los síntomas de un quiste biliar?

En los niños pequeños, un quiste del conducto biliar puede manifestarse mediante ataques de dolor intenso en el abdomen. También es posible que el niño desarrolle inflamación del páncreas (pancreatitis) o ictericia (icterus). A largo plazo, un quiste del conducto biliar puede asociarse a una retracción del hígado (cirrosis biliar) y a un deterioro de la función hepática. En la edad adulta, un quiste del conducto biliar puede convertirse en cáncer del conducto biliar en el 30% de los casos.

¿Cómo se diagnostica un quiste del conducto biliar?

Un quiste del conducto biliar puede diagnosticarse antes del nacimiento si el conducto biliar está dilatado y, por tanto, puede hacerse visible durante las ecografías. El problema de diagnosticar un quiste biliar es que a menudo puede confundirse con una forma quística de atresia biliar. Mientras que el quiste biliar puede extirparse entre 3 y 6 meses después del nacimiento, la forma quística de atresia biliar requiere tratamiento urgente.

Después del nacimiento, puede detectarse un quiste biliar mediante técnicas de imagen estándar, como una ecografía o una resonancia magnética (RM).

¿Cómo se trata un quiste del conducto biliar?

Un quiste del conducto biliar siempre se extirpa quirúrgicamente. Aunque el tratamiento inmediato tras el diagnóstico no es muy urgente, existe riesgo de fibrosis hepática o cirrosis del hígado si no se administra tratamiento. Además, si no se trata el quiste, pueden surgir complicaciones. En una intervención quirúrgica se extirpa todo el conducto biliar común, incluida la vesícula biliar, ya que a partir de ahí puede desarrollarse un cáncer de vías biliares. En la operación, se reconstruye el conducto biliar, se lleva hasta el hígado con un asa de intestino y se sutura al conducto biliar intrahepático (dentro del hígado).

¿Cuál es el pronóstico de un quiste biliar?

Las probabilidades de recuperación de un quiste del conducto biliar son buenas. Sin embargo, los pacientes deben acudir a revisiones ecográficas anuales para detectar precozmente el posible crecimiento de un cáncer de vías biliares en el conducto biliar externo al hígado, aunque esto es bastante raro.

 

 

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Quiste del conducto biliar común EDTFL Como miembro de la NLS tienes acceso directo a estas listas de frecuencias