¿Qué es un quiste tímico?

Un quiste tímico se desarrolla fuera o dentro de la glándula timo (pan dulce), una parte importante del sistema inmunitario, que está situada a la altura de la faringe y el medistino anterior o posterior. Los quistes tímicos son congénitos o adquiridos a lo largo de la vida. En la mayoría de los casos, un quiste tímico es asintomático y siempre benigno. Sin embargo, si el quiste tímico se produce en el mediastino anterosuperior, puede llegar a ser muy grande y debe extirparse quirúrgicamente.

¿Cuáles son las distintas formas de quiste tímico?

Si el quiste tímico se produce en el mediastino medio, se trata predominantemente de un quiste pericárdico o pleuropericárdico, o de un quiste broncogénico. En cambio, los quistes tímicos en el mediastino posterior suelen ser quistes gastrointestinales. Sin embargo, un quiste tímico también puede producirse en el cuello. Los médicos hablan entonces del llamado quiste tímico cervical. Este tipo de quiste es congénito y contiene restos del conducto que surgió del desarrollo embrionario de la glándula del timo.

¿Qué síntomas puede causar un quiste tímico?

En muchos casos, el quiste tímico es asintomático. Si aparecen síntomas, son bastante inespecíficos y pueden manifestarse por una pérdida de peso no deseada, fatiga general, fiebre, sudores nocturnos y cansancio. Estos síntomas más bien inespecíficos deben ser aclarados por un médico, ya que detrás de estas molestias generales pueden ocultarse otros cuadros clínicos.

Un quiste tímico cervical en el cuello suele aparecer en los primeros diez años de vida, y los niños tienen más probabilidades de desarrollarlo que las niñas. Un quiste tímico cervical puede manifestarse como una hinchazón creciente pero indolora en la zona del cuello, que suele afectar al lado izquierdo del cuello. Según el tamaño y la extensión del quiste, puede haber dolor en la zona del cuello, molestias al tragar e incluso dificultad para respirar.

¿Cómo se diagnostica un quiste tímico?

Un quiste tímico puede hacerse visible mediante los métodos habituales de diagnóstico por imagen. Estos incluyen, por ejemplo, una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM) y una radiografía del tórax. Además, puede hacerse una aspiración con aguja fina para tomar células para una biopsia y confirmar la sospecha inicial de quiste tímico.

¿Cómo se trata un quiste tímico?

Aunque el quiste tímico no cause ningún síntoma, suele extirparse por completo en una intervención quirúrgica. El motivo principal es que un quiste tímico crece de forma constante y ocupa espacio en consecuencia. Esto es aún más cierto si el quiste tímico ha aparecido en un niño. Esto se debe a que la formación del timo es el requisito previo para el desarrollo de un sistema inmunitario intacto.