¿Qué es un quiste dentígero?

Un quiste dentígero es un saco lleno de líquido que se forma en el hueso maxilar o en el tejido blando. Un quiste dentígero suele desarrollarse sobre un diente no erupcionado o parcialmente erupcionado. Suele tratarse de un molar o un canino. Los quistes dentígeros son el segundo tipo más frecuente de quiste odontogénico y suelen ser benignos. Sin embargo, los quistes dentígeros deben tratarse, pues de lo contrario pueden surgir complicaciones, como una infección. Los quistes dentígeros son más frecuentes que la media en personas de entre 20 y 30 años.

¿Cómo se desarrolla un quiste dentígero?

Un quiste dentígero está causado por una acumulación de líquido que se forma en la parte superior de un diente no erupcionado. La profesión médica aún desconoce exactamente por qué se produce esta acumulación de líquido.

¿Cuáles son los síntomas de un quiste dentígero?

Si el quiste dentígero es pequeño, puede ser asintomático. Sin embargo, si el quiste ha alcanzado un tamaño de más de 2 centímetros, pueden aparecer los siguientes síntomas.

  • Hinchazón,
  • Sensibilidad,
  • Desplazamiento de los dientes, posiblemente con formación de espacios entre los dientes,
  • bulto visible.

¿Cómo se diagnostica un quiste dentígero?

Los quistes dentígeros más pequeños suelen descubrirse durante un examen rutinario, por ejemplo al hacer una radiografía dental. Si se sospecha un quiste dentígero, puede confirmarse mediante una radiografía del diente o una tomografía computarizada o resonancia magnética. Si se trata de un quiste dentígero especialmente grande, el dentista también puede diagnosticarlo con sólo mirarlo. En cualquier caso, sin embargo, el dentista debe aclarar si se trata de un quiste dentígero o de otro tipo de quiste, como un quiste periapical o un quiste óseo aneurismático.

¿Cómo se diagnostica un quiste dentígero?

El método de tratamiento de un quiste dentígero depende totalmente de su tamaño. Generalmente, es posible extirpar quirúrgicamente el quiste junto con el diente afectado o utilizar una técnica llamada marsupialización. La marsupialización consiste en abrir el quiste para que drene la acumulación de líquido. Una vez que ya no hay líquido, se colocan suturas para mantener abierta la zona afectada y evitar que se forme un nuevo quiste dentígero.

¿Qué complicaciones pueden surgir?

Incluso los quistes dentígeros pequeños y asintomáticos deben extirparse siempre para evitar complicaciones como infección, pérdida de dientes, fractura de mandíbula o un tipo de tumor benigno de mandíbula (ameloblastoma). Si no se trata, un quiste dentígero puede provocar una rugosidad inusual en la boca, sobre todo alrededor de los molares y caninos, y/o dolor e hinchazón.