¿Qué es un quiste mediastínico?

Un quiste mediastínico es una enfermedad del espacio intersticial (mediastino) en la que se desarrollan cavidades llenas de moco o líquido. La mayoría de las veces, un quiste mediastínico se descubre por casualidad y se comporta de forma asintomática. Sin embargo, en algunos pacientes, un quiste mediastínico puede causar síntomas inespecíficos, como dificultad para respirar, sensación de presión, ronquera, tos y/o dificultad para tragar, que también pueden deberse a otras enfermedades. Los quistes mediastínicos son relativamente frecuentes y representan el 12% de los tumores mediastínicos primarios más frecuentes.

¿En qué formas se dividen los quistes mediastínicos?

Los quistes mediastínicos, que suelen ser congénitos, se dividen en las siguientes formas:

  • quistes broncogénicos: malformación del pulmón, que se producen sobre todo en el mediastino medio,
  • quistes enterogénicos: quiste en el canal medular, que conllevan el riesgo de hemorragia o rotura,
  • quistes pericárdicos: quiste situado entre la aurícula derecha y el diafragma, que puede provocar una compresión hemodinámica del corazón.

¿Cómo se diagnostica un quiste mediastínico?

Un quiste mediastínico suele diagnosticarse incidentalmente durante un examen de imagen. Puede ser una ecografía, una radiografía de tórax, una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM). Para clasificar el quiste, se toma una muestra de tejido mediante un procedimiento mínimamente invasivo. Suele consistir en una endoscopia de la cavidad mediastínica (mediastinoscopia), que se realiza con anestesia general.

¿Cómo se trata un quiste mediastínico?

El tratamiento de un quiste mediastínico depende de su tamaño y del origen de la infección. Mientras que un quiste broncogénico no infectado puede tratarse mediante punción con aguja, para los quistes enterogénicos y pericárdicos se prefiere la extirpación quirúrgica. En este caso, suele realizarse un procedimiento mínimamente intensivo, con los tres procedimientos siguientes:

  • Mediastinoscopia cervical: la incisión se hace por encima del esternón, en la llamada fosa yugular.
  • Mediastinoscopia paraesternal: mediante la extirpación de un segmento costal junto al esternón, se crea espacio suficiente para introducir el mediastinoscopio en la cavidad torácica.
  • Toracoscopia: El mediastinoscopio se introduce a través de una pequeña incisión en el lateral de la pared torácica para extirpar el quiste.

   
En algunos casos, si el tumor es demasiado grande o se encuentra en un lugar inaccesible, se practica una toracotomía. Se trata de una incisión cutánea de unos 7 centímetros de longitud, realizada lateralmente para acceder a la cavidad mediastínica.

 

 

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