La historia de los aborígenes australianos se remonta a hace 50.000 años, lo que convierte a su cultura en la más antigua que sigue viva en el mundo. Y es extremadamente diversa: los aborígenes están formados por muchas tribus diferentes que hablan sus propias lenguas y mantienen costumbres y tradiciones distintas. Lo que tienen en común es una cosmovisión espiritual basada en la unidad de todos los seres con la naturaleza y una especie de mundo paralelo metafísico, el omnipresente "Tiempo del Sueño".

Hacia finales del siglo XVIII, las enfermedades introducidas por los inmigrantes europeos, pero también la expulsión selectiva y la asimilación forzosa de los niños indígenas, acabaron con gran parte de la población original de Australia y, con ella, con una parte considerable de su cultura transmitida de generación en generación.
 
En busca de sus raíces, los descendientes de los indígenas redescubren cada vez más los antiguos mitos y se inspiran en ellos para seguir las huellas de sus antepasados en el Tiempo del Sueño.

Tiempo del Sueño y Caminos del Sueño

El término "Tiempo del Sueño" representa por un lado el largo pasado, pero al mismo tiempo el presente y todo lo que existe en el mundo también forman parte del Tiempo del Sueño.
 
En el principio, los seres humanos, los animales y los seres espirituales formaban un gran todo, antes de que los seres espirituales de la creación soñaran el mundo y crearan el universo, los animales y las plantas.
 
Dieron forma a la tierra y se la confiaron al pueblo:
 
A cada tribu se le dio su propia región, con la que se unió y está unida para siempre. El deber resultante de cuidar la naturaleza es una parte esencial de la cosmovisión aborigen.
 
Incluso hoy, todo es uno y puede transformarse en otra cosa: el espíritu de un difunto puede renacer como animal, planta o incluso piedra.

Los t ótems en forma de animales, plantas, objetos o fenómenos naturales encarnan el propio parentesco con la forma tótem -y por tanto con la naturaleza- y refuerzan la conexión espiritual con los antepasados. Los tótems se consideran sagrados y desempeñan un papel importante en ceremonias y rituales definidos con precisión, a través de los cuales los aborígenes pueden entrar en el Tiempo del Sueño en cualquier momento y participar en la energía espiritual de las criaturas de la creación.

Todas las normas y leyes -hay instrucciones correspondientes para todos los acontecimientos imaginables- también se remontan a los seres espirituales del Tiempo del Sueño. En vano se buscan registros escritos en la cultura de los aborígenes, el conocimiento tradicional se transmite exclusivamente de forma oral y a menudo se embellece de forma muy expresiva con danzas, canciones, obras de teatro y música.

Para recibir energía espiritual, los aborígenes suelen visitar lugares sagrados donde el poder espiritual de las criaturas de la creación puede sentirse con especial intensidad. Uno de estos lugares sagrados es la famosa Ayers Rock, llamada"Uluru" en lengua aborigen. La Montaña Sagrada es el hogar de la Serpiente Arco Iris, considerada la criatura más importante de los aborígenes.

En los senderos de los sueños, los aborígenes no sólo caminan espiritualmente embelesados en el tiempo onírico, sino también en la vida real.
 
Las llamadas "songlines" sirven de orientación en las caminatas tradicionales ("walkabouts"): cantando una secuencia de canciones definida con precisión que contiene puntos de referencia y otras pistas útiles, los aborígenes consiguen navegar por todo el continente.

Salud y enfermedad

Los aborígenes australianos consideranla enfermedad como una ausencia de salud y, por tanto, como un hecho antinatural.
 
La terapia no se centra en tratar los síntomas, sino en averiguar las causas del sufrimiento. Se examinan todos los aspectos de la vida: La relación del individuo y la comunidad con los vivos y los muertos, la influencia de los seres creadores y los tótems, las anomalías de la región o del país en su conjunto.

Numerosas reglas ayudan a mantener el bienestar y evitar la enfermedad:
  • "Es necesario hacer lo correcto
  • comer los alimentos adecuados
  • elegir el momento y la dirección adecuados
  • encontrar el lugar adecuado para dormir
  • estar con la pareja adecuada..,
  • vivir en el lugar adecuado con las personas adecuadas..,
  • y actuar y pensar siempre correctamente"

Si se producen enfermedades a pesar de seguir las normas, los chamanes y las mujeres expertas en curación pueden recurrir a una gran cantidad de hierbas medicinales, así como a rituales y magia.
 
El objetivo de todo tratamiento es restablecer el equilibrio entre el alma y el cuerpo.

Nacimiento y muerte

En la imaginación de los aborígenes, todo futuro niño existe ya como un niño espíritu, que determina por sí mismo el momento en que busca a sus padres o es encontrado por ellos. Si una mujer siente el deseo de concebir un hijo, puede visitar un lugar sagrado -como una cueva de la fertilidad- e intentar atraer a un niño espíritu a su vientre. A veces también se le aparece un niño espiritual a su futuro padre y éste se lo transmite a la madre. Se consulta a las mujeres sabias en casos de deseo insatisfecho de tener hijos: Se supone que ceremonias misteriosas celebradas en lugares sagrados ayudan a conseguir el tan ansiado embarazo. No es infrecuente que la ansiada concepción se produzca realmente.

Los aborígenes entienden la muerte como una parte inevitable de la vida para dar lugar a una nueva vida. Al morir, las partes espiritual y física del ser humano se separan entre sí:
 
La parte física permanece como una cáscara vacía, mientras que el espíritu entra en el Tiempo del Sueño y alcanza la inmortalidad.

A su debido tiempo, el espíritu regresará del Tiempo del Sueño y animará a un ser humano, a un animal o a una planta. Con cada muerte se cierra así un círculo, que es al mismo tiempo el comienzo de uno nuevo.